En su autobiografía WILL, el actor y músico estadounidense, narró con precisión sus sentimientos en relación a ser reconocido mundialmente por sus pasos por la TV, música y cine respectivamente.
Foto Will Smith
Así explica los tipos de fama Will Smith:
"No todas las formas de fama son iguales.
La fama de la música es rápida, del momento, inmediata. Se consume con rapidez y mantenerla es muy difícil. Sin embargo, cuando llegas al corazón de alguien a través de la música, te quedas allí para siempre. Cuando una de tus canciones se une a la experiencia vital de alguien, no hay nada que pueda romper esa unión.
Y cuando haces música animada, tu fama se convierte en sinónimo de diversión, te conviertes en el alma de las fiestas. Probablemente eso explique por que los músicos populares se asocian con tanta frecuencia al sexo, a las drogas y al alcohol. Si practicas sexo o consumes droga o alcohol, es muy probable que quieras hacerlo al son de la música.
La fama de televisión es algo distinta. Cuando estás en la televisión, la gente se acostumbra a verte en su salón, en su dormitorio o en su cocina. Se acostumbra a verte en ropa interior, piensan en ti como un amigo. La fama de la música lleva a que la gente grite y te ovacione, pero desde la distancia. Si Beyoncé o Kanye no te firman un autógrafo, piensas "bueno es normal, es Beyoncé o Kanye".Por el contrario, cuando eres famoso de la tele, la gente espera que respetes su amistad. Los fans de la televisión se sienten mucho más insultados cuando les niegas el acceso a ti.
Y luego está la fama del cine, que ya es harina de otro costal. La gran pantalla tiene algo que exalta a quienes vemos proyectados sobre ella. La fama del cine raya la adoración... y eso no siempre es positivo. Cuando eres un famoso del cine, tu presencia te abre paso entre la multitud, literalmente. Aunque, en otras ocasiones, la multitud se abalanza sobre ti y te aplasta.
La fama del cine genera veneración. Cuando era un músico famoso, los fans me llamaban "Fresh Prince", cuando me hice famoso en la televisión, la gente me gritaba "Ey,Will". Sin embargo, ese lunes por la mañana después de que Independence Day hubiera batido todos los récords de taquilla fue la primera vez que me llamaron señor Smith.
La fama del cine también afectó a mis relaciones personales. Cuando era un músico famoso, tanto mi familia como mis amigos lo veían como algo guay y divertido. Cuando me empecé a hacer famoso en la televisión, sentí que se abría una sutil distancia entre nosotros. De todos modos, como las noches de viernes en El príncipe de Bel-Air estaban tan orientadas a la familia, reconectabamos y sentíamos el mismo vinculo de siempre. Por el contrario, la fama en el cine provocó un cambio fundamental. Amigos, familiares y conocidos de toda la vida pasaron a ubicarse en uno de dos campos: o bien me trataban con tanto respeto y deferencia que parecían desconocidos y yo era incapaz de encontrar a la persona que quería detrás de esa nueva conducta, o bien me trataban sin el menor respeto, como para demostrarme que para ellos no era una estrella de cine".
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