Un año después, Joosje habló del tema de su nariz en los Juegos Olímpicos París 2024
- Andres Alarcia
- hace 2 días
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Según publicó Hockey.NL-hacen un laburo notable-, la rápida delantera se refirió al triste episodio en París 2024 que pudo superar con creces la dorada neerlandesa.

Foto Joosje Burg Países Bajos
Así, se explicó:
Exactamente un año después del oro olímpico
Para la selección holandesa, el 9 de agosto no solo marcó el inicio de la Eurocopa, sino también un recuerdo de la final olímpica. La ganaron hace exactamente un año. Burg incluso recuerda esa fecha de memoria, a pesar de ver la final desde la grada, ya que, en el partido anterior, recibió el tan comentado pelotazo en la cara y se rompió la nariz.
"Una cita así me afecta mucho", admite. "Unas chicas vieron fragmentos del partido juntas anoche. Yo no lo hice. No sentí nada", dice. No tuvo nada que ver con su lesión; decidió acostarse temprano.
Aprovechó su momento el sábado por la mañana. En la cama, hojeó las fotos en su teléfono. "Ahí es cuando realmente lo disfruto. Incluso cómo me fue", dice. "Romperme la nariz no quita lo maravilloso que fue. Y cuánto disfruté de los Juegos Olímpicos. Y lo hermosa que es esa medalla de oro. Reflexioné mucho sobre eso esta mañana. Entonces pensé: ¡Guau! Qué especial y maravilloso es ganar esto. Mientras que hace un año, fue igual. Simplemente volvías a tu vida diaria. Lo cual tiene sentido. Porque la vida continúa".
Hace un año, seguía muy desanimada. Más que eso, de hecho. Incluso por esas fotos. Fotos que se suponía que aparecerían por todas partes, pero allí estaba ella, de pie con dos grandes ojos azules. Pero ahora las disfruta. «Es una historia preciosa. Para el futuro, también. Ahora puedo recordarla con cariño».
No quería hablar de ello.
Es notable cómo habla de ello. Todo demuestra que ha asimilado el incidente. "Al principio no era así. Lo negué". Creó una especie de estrategia de supervivencia. "Fingí que no me molestaba, aunque me había dolido tanto. No quería hablar de ello. Lo reprimí. Y ahora sé que dolió muchísimo. Y hablar de ello ayuda. Porque lo he aceptado. Ya no lo rehúyo. Y eso marca la diferencia. Lo tomo con calma".
No fue nada fácil. Y le llevó mucho tiempo. "Ya no quería ser la chica de la nariz, pero claro que lo era. Estaba completamente harta. De verdad que no me sentía bien. Fue duro". Mentalmente, el último año había sido todo un reto para Burg, y físicamente, también lo estaba pasando mal. Sufría de un dolor de cuello persistente, cuyo origen no pudo comprender durante mucho tiempo. No fue hasta que vio a un terapeuta manual que finalmente lo comprendió: el dolor era el resultado de esa pelota que le había golpeado la cara. Ese mismo momento que la había estado molestando de nuevo.
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