La cordobesa Romina Biagioli se ubicó en el cuadragésimo séptimo puesto en la prueba de triatlón de los XXXIII Juegos Olímpicos – París 2024, que marcó la vuelta de esta competencia a un río, el Sena, después de cien años, empleando un tiempo de 2 horas, 05 minutos y 36 segundos para completar el recorrido previsto.
Foto Biagioli Argentina
Tras varias idas y vueltas, ante la preocupación de la World Triathlon por altos niveles de contaminación bacteriológica de las aguas del Sena, a las 4 de la mañana (la prueba arrancó a las 8) se decidió que la competencia se dispute tal como había sido pactada, y que la de los varones, en principio prevista para el lunes 5, también se realice hoy después de la de mujeres. En el medio se barajaron muchas posibilidades, entre ellas postergar la competencia y convertirla en duatlón, eliminando la prueba de natación.
Las 55 atletas ingresaron a las aguas del Sena, después de 100 años sin competencias olímpicas en un río y tras ocho de intensos trabajos de limpieza por parte de los organizadores de los Juegos, para nadar un kilómetro y medio. Biagioli pasó en la primera vuelta en la posición 34ª y terminó la prueba de agua en el puesto 36°, con un tiempo de 24 minutos y 09 centésimas.
Durante la transición mantuvo el lugar, pero en la primera vuelta de ciclismo sufrió caída que le hizo perder 10 lugares, quedando relegada al puesto 46. El pavimento mojado, a causa de la intensa lluvia que cayó en la madrugada, se convirtió en un enemigo extra para las atletas. Biagioli terminó la competencia de 40 kilómetros en bicicleta en el puesto 44°, con tiempo un parcial de 1:01:12 y un acumulado de 1:26:17. Con una buena transición de 33 segundos pasó a la carrera pedestre.
Biagioli, que en los Juegos Olímpicos – Tokio 2020 había terminado en el puesto 33°, finalizó los 10 kilómetros pedestres con un tiempo parcial de 38:46 y un acumulado de 2:05:36. En la zona mixta confesó que “no tuve tiempo para probar el agua. Había mucha corriente y pude entrar apenas 10 minutos antes. Me fui a dormir sin saber si íbamos a poder nadar o no. Además, corrí sin nada, ya que en la caída de ciclismo perdí la caramañola donde tenía los preparados para sostener los tramos de ciclismo y pedestrismo”.
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