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Red Auerbach, el entrenador que le hacía la vida imposible a los visitantes en la época del Showtime

  • Andres Alarcia
  • hace 6 minutos
  • 2 Min. de lectura

En el libro Showtime de Jeff Pearlman, narran todas las provocaciones hacia el rival visitante de los Boston Celtics, por parte de Red Auerbach. Para contextualizar en idioma argentino: Lakers-Boston es el Boca-River yankee.

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Foto Red Auerbach NBA


Así lo narran:

"Auerbach, una figura reverenciada en el mundo del baloncesto, entrenador de los Celtics durante 16 temporadas antes de pasar al puesto de general manager en 1966, se comportaba como un sádico en lo referente a las condiciones del equipo visitante en el Boston Garden. Abierto por primera vez en 1928, el pabellón se había quefado viejo y presentaba muchos problemas de manteniiento: por los grifos y las duchas caía un agua marrón que indicaba hasta qué punto estaban oxidadas las tuberías.


Cuando los Lakers jugaban en Boston en primavera, su vestuario siempre parecía estar a 50 grados, cuando jugaba en invierno, el frío era atroz,. "De Red Auerbach, siempre se han dicho muchas cosas... y la mayoría eran ciertas"-afirma Lon Rosen, director de promociones-


El vestuario olía fatal,estaba sucio, daba asco. Pagaba a la gente para que llamaran a las habitaciones de los jugadores en mitad de la noche y no pudieran dormir bien antes de los partidos. Tenía una mente formidable para el baloncesto pero a veces podía ser muy infantil.


"Todo lo que decían de él era cierto-corrobora el alero de los Celtics, M.L.Carr-. Cuando hacía mucho calor, puede que no encendiera la calefacción, pero desde luego cortaba el agua fría.


Aunque Riley intentaba no darle demasiada importancia a Auerbach, lo consideraba a la altura de una cucaracha. Había una manera correcta de hacer las cosas y para Riley, los Celtics siempre elegían la segunda.


En el partido de temporada regular enfrentó a ambos equipos en Boston, Riley se mosqueó al ver un dispensador de agua en una mesa junto a la pista.


"Lo habían colocado ahí para nosotros"-recuerda Dave Wohl, asistente del equipo-. Para que bebiéramos durante el calentamiento". Riley ordenó que vaciaran el dispensador, lo limparan y lo volvieran a llenar. "Quien sabe lo que habrán puesto ahí los Celtics para envenenarnos"


Riley insistió en que sus jugadores se registraran con nombres falsos para que Auerbach y compañía no pudieran despistarlos con sus trucos de siempre.


La mala fue que el Boston Globe se enteró de dónde estaban concentrados y decidió publicar la dirección de deportes. La alarma antincendios sonó tres veces a lo largo de la noche. Tres veces.

"Te acababas acostumbrado"-asegura Josh Rosenfield, el director de relaciones con los medios- pero sigue siendo una mierda.


Para once de los jugadores, estos inconvenientes no eran más que una molestia irritante. Tenían que levantarse de la cama, encontrar sus pantuflas o zapatillas y bajar 9 pisos por las escaleras de incendios, bajo el cielo oscuro, al lado de Jim, el contable de Cleveland.


Sin embargo, para Kareem Abdul-Jabbar, a los 37 años, todo esto era una tortura. "

 
 
 

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