top of page

La razón del fichaje por la Sampdoria de Ariel Ortega

  • Andres Alarcia
  • 12 may 2022
  • 2 Min. de lectura

En su biografía BURRITO, Ariel Ortega, explicó la razón del fichaje por el equipo de Génova. Contexto: Dejó el Valencia por Ranieri -antes de Francia 1998- y su tacaña forma de jugar y Sampdoria buscaba un rebelde habilidoso.

Foto Ariel Ortega, Sampdoria (ITA)


"Una vez terminado el Mundial de Francia 98, y ante mi negativa de regresar a Valencia, la Sampdoria de Italia fue mi próximo destino en el fútbol europeo.


El equipo de Génova había tenido muy buenas temporadas en los años anteriores, y si bien cuando llegué lo desmantelaron, decidí afrontar el desafío para demostrarle al mundo entero que podía rendir en el fútbol más competitivo.


En el equipo tricolor estaban dos jugadores que serian muy reconocidos en el Calcio, como Vicenzo Montella y Francisco Palmieri y el argentino Gastón Córdoba, del cual me hice muy amigo y con quien me entendí a la perfección dentro del campo de juego. El presidente Mantovani estaba enamorado de mi fútbol y de mi manera sudamericana de jugar.


Ellos necesitaban un jugador desfachatado y gambeteador, que rompiera el rígido orden del catenaccio, que suelen tener los equipo italianos.


A medida que el campeonato se fue desarrollando, el joven entrenador, Luciano Spaletti, hoy uno de los entrenadores más reconocidos del fútbol italiano, tenia una propuesta de juego muy ambiciosa. Eso me beneficiaba mucho. La prueba estuvo en que jugué 27 partidos y marqué 8 goles, uno más lindo que el otro, siendo el goleador del equipo.


La gente de la Sampdoria me amaba y la hinchada tenia una bandera gigante con mi cara y otra de Argentina. Conquisté el cariño de la gente porque les había hecho goles a los grandes del fútbol italiano: Inter,Juve y Milán. Y eso no es un dato menor. La diferencia entre esos tres y el resto era abismal, y nosotros que éramos un equipo que peleábamos por otros objetivos. Darle batalla a los tres cucos del fútbol italiano nos llenaba de energía.


En ese campeonato pegamos los costos de la situación del club yéndonos al descenso. En el Calcio descienden los cuatro últimos de manera directa y nosotros quedamos cuartos, a un solo punto de Piacenza, que se salvó de milagro.


A pesar del descenso, Génova fue un lugar muy lindo para jugar y me trataron diez puntos, pero tuvimos la mala suerte de descender y eso un poco trastocó los planes. Se fue Spaletti, que era un tipo frontal y muy buen entrenador, y lo reemplazó el inglés David Platt, y ya no tuve química.


En la Sampdoria usé la camiseta número 10 y tuve el mejor desempeño que podía tener en un club europeo. Fue una lastima descender, porque ese equipo, bien reforzado y con Spaletti confirmado, si se salvaba del descenso, la temporada siguiente estaba para pelear mucho más arriba.


Siempre soy de los que miran el vaso mitad lleno, y en la Sampdoria jugué casi siempre, no tuve lesiones importantes, anoté muchos goles y buenos, y sobre todo, recobré la felicidad que había perdido tras la derrota y expulsión con Holanda"

 
 
 

Comentarios


Post: Blog2_Post

+543512333507

  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn

©2019 por El Observador. Creada con Wix.com

bottom of page