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El ego de las superestrellas de la NBA versión Magic Johnson-Abdul Jabbar en el Showtime

  • Andres Alarcia
  • 6 ago
  • 2 Min. de lectura

En el libro Showtime de Jeff Pearlman, explican cómo había cortocircuitos en el plantel del cuadro amarillo. Ego, envidia, jerarquía, lo que compete a un plantel deportivo.Hay que agregar que Kareem era una especie de perro verde sin poder manejarse de acuerdo al contexto sus emociones.

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Foto Abdul-Jabbar Lakers NBA


Así lo narran:

"Earvin era muy bueno dirigendo el equipo-recueda Bartka-. Sabía que hacer dentro de la cancha y que hacer fuera y valoraba a ambas cosas por igual. Se preocupó de que Kareem siguiera sintiendose importante, que supiera que lo necesario que era para el equipo. ¿Eran grandes amigos? No, probablemente no, pero Earvin quería dejar en claro el respeto que tenía como profesional.


La relación entre Abdul-Jabbar y Johnson era a la vez simple y compleja. Por un lado, los Lakers contaban con dos de los mejores jugadores de la historia de la NBA, dos talentos únicos (Johnson como director de juego, Abdul-Jabbar como anotador) que se compenetraban a la perfección. No se peleaban por el último tiro: estaba claro quién decidía cuál era la última jugada y quién tenía que irse al poste bajo. Como los Lakers corrían tan a menudo-sus jugadas normalmente duraban unos siete segundos- no era fácil darse cuenta de la facilidad ya lbelleza con la que los dos jugadores interactuaban sobre la cancha.


Aun así, los egos son los egos, y las superestrellas de la NBA saben mucho de eso. Abdul-Jabbar tenía envidia del contrato de Johnson, de su relación de colegas con Buss y de su estrellato mediático. Su caso no er al de Nixon, un tipo extrovertido que sentía que de repente le había robado los focos. No, Abdul-Jabbar-un hombre distintohuraño, con problemas en la gestión en la de sus emociones.-no sabía que quería-. Buscaba la atención mediática, pero odiaba la atención la mediática.


Quería que le repitieran lo bueno que era, pero le molestaba que le repitieran lo bueno que era. ¿Por qué no se le acercaban lmás fans? ¿Por qué tenía que firmar autógrafos?. Necesitaba el cariño de sus compañeros y a la vez ni se dignaba a habalr con muchos de ellos. Por bien que te cayera Abdul-Jabbarhabía que reconocer que era más raro que un perro verde"

 
 
 

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