En el libro David Beckham, mi vida, el ex Manchester United narró cómo fue ese hecho que luego tomó relevancia nacional por la prensa amarilla inglesa.
Foto David Beckham
Así lo explicó:
"El entrenador dio uno o dos pasos hacia mí desde el otro extremo de la habitación. Habia una bota en el suelo. Tomó impulso con el pie y la lanzó. ¿Hacía mi? ¿A la pared? Podría haber sido a cualquier parte a juzgar del enfado. Sentí una punzada sobre el ojo izquierdo, en el lugar donde la bota había impactado. Me llevé la mano al ojo y vi que la eja me sangraba. Fui a por el entrenador. No sé si alguna vez he perdido el control de aquella manera. Un par de compañeros se levantaron. Primero me agarró Giggsy, luego Gary y Ruud van Nilsterooy. De repente se había convertido en una escena ridicula de una película de gángsters: ellos me sujetaban mientras yo trataba de llegar hasta el entrenador. Retrocedió un paso, creo que bastante desconcertado por lo que había ocurrido. Probablemente la rabia duró a lo sumo un minuto. Me tranquilicé un poco y me fui a la enfermería.
Un miembro del personal médico detuvo la hemorragia. Estuve allí unos cinco minutos. El médico y el fisioterapeuta trataron por todos los medios de que no volviera a entrar al vestuario y retomara la pelea. Al final les dije que estaba bien y me fui. Me vestí y me dispuse a salir. Cuando llegué a la puerta, el entrenador estaba allí.
-Lo siento David. Ha sido sin querer. "
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