El debut de Lamar Odom en la NBA con los Clippers

En su libro Lamar Odom, memorias, el jugador nuyorkino narró cómo fue su debut en Los ángeles Clippers plagado de jugadores veteranos trotamundos y otros sin prestigio.

Foto Clippers

Así se expresó:

"Nuestro equipo estaba formado por una riestra de veteranos trotamundos y de jugadores que cuyos nombres ni si quiera le sonaban a los fans más incondicionales. Sin ser un mal equipo, no éramos más que un amasijo improvisado de jugadores.

Disputamos nuestro primer partido el 2 de noviembre de 1999, en el recién remodelado Staples Center, un pabellón de última generación. Recuerdo que todo estaba súper limpio, exactamente contrario a nuestro lugar de entrenamiento. Cuando entramos en el vestuario y vi mi camiseta colgando de la taquilla, me tuve que frotar los ojos. Aquí estaba, finalmente.

Tras enfundarme la camiseta, me dirigí a un espejo y me observé fijamente. Entonces fui consciente que todo el duro trabajo, todo el dolor y todo el sacrificio me habían conducido directamente hasta este momento exacto: yo de pie, frente al espejo. Allí estaba. Mirándome. Sonreí orgulloso ante el único hecho impepinable.

"Estoy en la NBA" proclamé en voz alta.

El debut no pudo haber ido mejor. Fue como estar en Lincoln Park. Nadie podía pararme. Estuve intratable con la pelota y nadie parecía encontrar la manera de detenerme. Se quedaron desconcertados con aquel cuatro zurdo de dos metros diez que conducía el balón como un escolta y se contoneaba a lo bestia. Jugamos el partido inaugural contra los Seattle Supersonics. Sus dos estrellas, Vin Baker y Horace Grant, no sabían que hacer conmigo. Se habían pasado sus carreras deportivas defendiendo en el poste bajo y parecían asustados de tener que salir al perímetro para marcarme.

Me los merendé con 30 puntos, 12 rebotes, 3 asistencias, 2 tapones y 2 balones robados. Los Clippers quedaron como unos auténticos genios por haberme elegido. Fue solo un partido, pero lo terminé convertido en superestrella salvadora de la franquicia que todo el mundo deseaba que fuera. Me dije: esto será pan comido. Voy a dejar está liga en migajas. "