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Cómo veían los jugadores de Los Ángeles Lakers a Larry Bird en la época del Showtime

  • Andres Alarcia
  • hace 17 minutos
  • 2 Min. de lectura

En el libro Showtime, de Jeff Pearlman, narran cómo veían al jugador estrella de la franquicia clásica en USA Larry Bird, del Boston Celtics. En ese país, tienen un mambo con las razas, y los volvía loco, que un blanco domine el deporte.

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Foto Larry Bird y Magic Johnson Lakers Boston Celtics


Así lo explican:

"También tenían a un chico de Indiana que se llamaba Bird


"El puto Larry Bird" en palabras de Michael Cooper


Así es como veían la mayoría lde los jugadores de los Lakers al alero todoterreno de los Celtics. Nadie le llamaba Larry Bird. Era el puto Larry Bird o el hijoputa de Larry Bird. Desde que llegara a la liga junto a Johnson en 1979, Bird había hecho lo que había querido con todos los aleros de todos los equipos, quienes-en un momento u otro- habían considerado que este blanquito con pinta de paleto era poco menos que un invento de la prensa. ¡Si ni siquiera podía saltar!


Defender a Bird suponía pasar siempre por un mismo infierno: al principio, todos daban por hecho que, con su físico y su talento, iban a darle una lección a la estrella de los Celtics; eso, hasta que empezaba el partido, Bird todaba el balón por primera vez, amagaba un par de veces y anotaba sin problemas. Dos puntos. Y luego, otros dos. Y dos más. Y otra canasta. Y otra. Llegados a este punto, empezaba la humillación pública: Bird te iba a llamar de todo, iba a burlarse de tu defensa, de los 10 tiros que habías fallado, de los 15 puntos que te sacaba en el marcador... No contento con eso, además, Bird iba a defenderte en serio. Muy en serio, iba a robarte el balón de las manos o te iba a obligarte a tirar desequilibrado.


Todo lo cual iba reflejado en las estadísticas, claroo:

BIRD: 32

TÚ: Ocho puntos.

"Hacia lo que hiciera falta con tal de ganarte-afirma Rambis-.

Eso era lo único que le importaba a Larry: ganarte. Y si de paso te dejaba en ridículo, mejor que mejor.


Rambis odiaba a Bird. Cooper lo detestaba. Worthy llo aborrecía.

Si eras uno de sus rivales, era imposible sentir el más mínimo aprecio por Larry Bird. Ni por su juego ni por sus calcentines (feos y blancos) ni por su cerveza favrotia (Budweiser). Ni si quiera por su forma pausada de hablar con su acento de Indiana., Nada de nada.


Con Magic Johnson había tenido vidas paralelas y compartido momentos. Se generó una rivalidad de época, parecida a la de Joe Frazieri y Muhammad Ali o a la de Chris Evert y Martina Navratilova.

 
 
 

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