Cuatrocientos cincuenta y cinco días después de haber ganado su último título, Facundo Bagnis volvió a gritar campeón.
Foto Bagnis AAT
Y lo hizo de una manera muy especial: en su país, en su club y ante un compatriota -Mariano Navone- que era el máximo favorito. Así, con la conquista del Challenger Santander AAT II, el tenista de Armstrong de 33 años sumó el trofeo número 17 de su carrera en este circuito, en el que sólo cinco jugadores en toda la historia lo superan.
Tras casi tres horas de juego, Bagnis se impuso por 7-5, 1-6 y 7-5, no sin antes levantar un 0-2 y un 3-5 en el tercer set. En la semana había pasado por situaciones similares, por ejemplo en octavos de final contra el también argentino Renzo Olivo, quien llegó a estar set arriba y 3-0 en la segunda manga. En semifinales, frente al kazajo Popko, corrió desde atrás en ambos sets, los cuales finalmente ganó el santafesino por 6-4 y 7-5.
Hoy, cuando Navone sacó 5-3 para partido, Bagnis miró para atrás: “Me acordé de todos los partidos del torneo en los que siempre, en algún momento, estuve abajo. Salvo la primera ronda, en el resto me tocó remontar.
Y dije ‘¿por qué no acá?’. Necesitaba un plus desde lo físico y correr el cansancio con la cabeza. A veces, la misma adrenalina te ayuda a hacerlo, pero en algún punto largo las piernas no te responden. De aire estaba bien, pero las piernas no me respondían; entonces perdía mucha calidad en el juego y en los ajustes. Después me encontré con que el final fue un poco más fácil, porque gané 8 puntos seguidos. Levantar de un 5-3 a un 7-5, en una final con un partido tan parejo, me pone muy contento”.
Administrando energías y sin perder el foco, Bagnis siempre encontró el camino que le permitió revertir las situaciones adversas. Lo que sucedió esta semana en Tenis Club Argentino fue, acaso, una pequeña muestra de lo que mostró en su extensa carrera, en la que siempre se caracterizó por la entrega física y la lucha, tal como remarcó en la ceremonia de premiación Marian Morea, dirigente de la Asociación Argentina de Tenis.
Luego de un flojo 2023, Bagnis perdió terreno en el ranking y se alejó, inclusive, de las qualy de los Grand Slam. Este año tuvo que esperar hasta último momento -y nada menos que por la baja de Rafael Nadal- para ingresar a la clasificación de Australia. Ya en Buenos Aires, preparó el torneo en polvo de ladrillo durante diez días y, al ganarlo, dio un salto del puesto 241 al 210 en la clasificación ATP.
“Si bien es el título 17 -reflexionó finalmente Bagnis-, a medida que van pasando los años se van haciendo cada vez más importantes. Ahora este es el preferido. Al principio se hace jugando bien pero con mucha vitalidad. Uno simplemente juega al tenis y nada más. Hoy para jugar al tenis tengo que hacer muchas cosas, una de ellas es poder mantenerme con una energía alta y cuidando mi cuerpo.
Antes de la final, hablaba con mi equipo de esto y recordamos que llegué el jueves acá. Al final de cada partido hice hielo, masaje, kinesiología… no son solo las dos horas de cancha. Ese trabajo tuvo un final excelente. Y me hubiese ido muy contento aunque perdiera. Ganarle a Mariano, con el presente que está teniendo, me pone aún más contento”.
De esta manera, el tenis argentino sumó el título número 406 en la historia de este circuito. El más ganador entre los representantes nacionales es Carlos Berlocq, con 19. Lo siguen Máximo González y Bagnis, con 17. Esta temporada volverá a marcar un récord de fechas del ATP Challenger Tour en el país con 7 torneos, 6 de ellos organizados por la Asociación Argentina de Tenis.
De la ceremonia de premiación también participaron Ignacio Uzquiza, tesorero de la AAT; Martín Azconapé y Justo José de Urquiza, Presidente y capitán de tenis del TCA; Eduardo Palasciano, Director del torneo; y Franco Squillari, Director del Equipo de Desarrollo AAT.
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