Cómo el deporte le cambió la conducta a Pat Riley en su época de jugador
- Andres Alarcia
- 11 jun
- 2 Min. de lectura
En el libro Showtime, de Jeff Pearlman, narran cómo cambió su indisciplina a ser un gran jugador gracias al deporte de la pelota naranja. "¿Esto es todo lo que tengo que hacer?" dijo tras romperla.

Foto Pat Riley NBA Lakers
Así lo explican:
"Como resultado de todas esas peleas, Pat Riley se convirtió en el típico chico con el que no querías problemas. No exactamente un matón, pero sí un chico peligroso. De vez en cuando, se saltaba las clases en la St. Joseph´s Academy y se iba a alguna esquina, con un paquete de cigarrillos enrollado en las mangas de la camiseta. Se metió en líos en más de una ocasión: cosas como robar en tiendas y algunos actos de vandalismo. Aún estaba en sexto cuando se coló con unos amigos en una escuela y robó todo el helado de la cafetería. La policía los detuvo de inmediato.
"Mi padre me recogió en la comisaría y se acabaron las bromas. Aprendí a comportarme"
Curiosamente, ese mismo día los chicos de sexto del St.Joseph´s tenían un partido de baloncesto contra los de noveno. Era un ejercicio sin mayor importancia competitiva, con el objetivo de que los chicos más jóvenes pudieran ver cómo trabajaban junto los mayores y aprendieran a funcionar como equipo. Riley anotó 19 puntos y, contra todo pronóstico, los de sexto ganaron. Aquello no tenía ningún sentido.
"La gente me miraba desde las gradas, preguntandose "quién es este chico"-recuerda Riley-.
Al día siguiente, entré en clase y, por priera vez en todo el curso, la profesora (la hermana de Mary Samuel) me puso por las nubes. Podía ver que los chicos de clase también me mmiraban de distinta manera. Asi que, me dije a mí mismo:
"¿Esto es todo lo que tengo que hacer?. Mi vida cambió ahí mismo"
A partir de ese día, Pat Riley empezó a vivir para el deporte.
Su entrenador, Walt Przyblo, veía al deporte como algo más que una competición: era una oportunidad para aprender lo que era la vida.
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